¿Cúantas veces no
habrán soñado los seguidores de la saga Zelda con poder disfrutar
de un remake de Ocarina of Time? Seguramente es algo que desde que
acabaron por primera vez el juego llevan deseando. Poder volver a
recorrer la campiña sin ralentizaciones, poder llegar al Templo del
bosque atravesando un verdadero bosque frondoso, una montaña de los
Goron verdaderamente escarpada y llena de rocosos detalles, escuchar
su maravillosa banda sonora con la calidad que se merece...En
definitiva, volver a vivir uno de los mejores juegos de la historia
con la grandeza que le pertoca.
Y aunque decir que están
de enhorabuena porque el remake por fin ha llegado sería lo ideal,
la verdad es que el hecho de que esta vuelta del clásico se haya
llevado a cabo en una consola portátil y de manos de un estudio
segundón como es Grezzo hace que su retorno más que ser motivo
de festejo se convierta en un jarro de agua fría.
Hay que decir que Ocarina
of Time 3D es un gran juego, una maravilla de juego en realidad, pero
más que por méritos propios lo es porque el original que remakea -o
upgradea mejor dicho- ya lo era, y realmente pone muy poco de su
parte para que la experiencia sea gratificante hoy en día.
Así pues nos encontramos
que la mejora gráfica del título es ínfima, empezando por un motor
que sólo se mueve a 30fps tengamos o no activado el efecto 3D y
continuando con unos personajes que, salvo algunos elementos, poca
mejora han experimentado. Sí, es cierto que ahora la cara de Link es
mucho más redondita, pero también lo es que sus manos siguen siendo
muñones sin dedos modelados de forma individual haciendo evidente
que la carga poligonal sólo se ha aumentado de forma simbólica. En
cuanto a los escenarios, poca mejora vamos a encontrar, ya que aunque
en general las texturas han mejorado y le dan a todo un aspecto
mucho más consistente y realista -sobretodo en algunas mazmorras- de
nuevo nos encontramos ante una carga poligonal muy baja y que hace
que éstos sigan siendo bloques totalmente rectos, planos y demasiado
simplistas para lo que la máquina puede ofrecer. A su vez, todo el
juego ha tenido un cambio de tonalidad, pasando de los oscuros y
apagados colores del original a una paleta de color mucho más viva,
alegre y brillante, que aunque lo hace todo más bonito también es
verdad que le roba al juego su aura seria, épica y de estar viviendo
una aventura que pone todo el destino de Hyrule en tus manos.
Link cuenta en esta entrega con un nuevo poder mágico que le permite hacer levitar la Ocarina entre sus manos |
Músical y sonoramente tampoco está muy allá la cosa ya que los amigos de Grezzo,
encargados de hacer el port, se han limitado a meter la banda sonora
tal cual (o al menos esa es la sensación que da), quedándonos todos aquellos que esperábamos con una
remasterización de ésta o una nueva versión orquestada con dos
palmos de narices. Desde luego que la banda sonora original sigue
siendo una maravilla y volveremos a adorar los ya temas clásicos
del juego y nos encontraremos canturreando el tema de la campiña,
las melodías de la ocarina o la del reino de los Zora, pero se
esperaba mucho más.
Donde el juego sí cumple
de sobras es en el apartado jugable y es que muy mal se tendría que
hacer para perder toda la magia y perfección del título original.
Así, nos encontramos con un control excelente del personaje, un
diseño del juego ejemplar y perfecto, unas mazmorras como nunca más
se han vuelto a ver en la saga, con una curva de dificultad y
aprendizaje calculada al milímetro, con un montón de sidequests que
amenizan el juego y nos permiten salirnos del camino marcado y una
historia muy atractiva y llena de momentos épicos (sin necesidad de
recurrir a la artificialidad de Twilight Princess). Además, para
esta versión se ha aprovechado el contar con una pantalla extra para
remozar totalmente los menús del juego, haciendo mucho más
accesible la utilización de objetos y cambiar entre los diversos
trajes de Link, observar las partituras de la ocarina, curiosear el
mapa o tener bien presente los cuartos de corazón que tenemos, las
skultullas que nos faltan y cualquier otro dato del que queramos
tener constancia en cualquier momento. Todo un acierto.
La verdad, es que Ocarina
of Time 3D es un juego trampa, si uno lo valora como juego, por sí
sólo, olvidándose de donde proviene, no puede más que quitarse el
sombrero porque sigue siendo una de las mejores aventuras jamás
creadas y no se le pueden achacar fallos en cuanto a jugabilidad,
diseño o desarrollo y sigue mereciendo los elogios que el original
ya tuvo en su día, pero si uno hace el esfuerzo de separar esa base
jugable, el esqueleto vertebrador del juego, y valora todo lo que
nace a partir de él como remake o port upgradeado y que es lo que
tendría que haber sido renovado, ésto es, nuevos gráficos o
sonido, el juego falla estrepitosamente quedándose a medio camino de
todo. Ni los gráficos ni la calidad musical están a la altura de lo
que este proyecto requería y ni tan sólo un deficiente y nada
perfeccionado efecto 3D salvan el título de la quema. Sólo aquello
que ha permanecido intacto -diseño y estructura del juego- es digno
de elogio.
Lo mejor:
-La vuelta de uno de los
mejores juegos de la historia y posiblemente el mejor Zelda jamás
creado.
-Su diseño, desarrollo,
mecánica de las mazmorras, planteamiento del juego, curva de
dificultad...Roza lo sublime.
-Ha sufrido una pequeña
mejora gráfica que destaca en algunos fondos prerrenderizados del
original que ahora son totalmente tridimensionales, un poco más de
carga poligonal y texturas mejoradas entre otras cosas.
-Va a 30 fps, que no es
una maravilla y se le debiera exigir más a la consola, pero al menos
no son 15 con bajones como el original.
-La utilización de la
pantalla táctil para manejo de los menús hace el desarrollo
ligeramente menos engorroso, sobretodo en zonas como la mazmorra del
agua o situaciones en las que debemos equipar y desequipar los
objetos muchas veces.
-No solo incluye el juego
original, si no que además, una vez que acabamos la aventura
principal tenemos acceso a la Master Quest, una versión más
puñetera del juego.
-Las sidequests,
posiblemente las más divertidas y amenas de la saga.
-Las composiciones
clásicas siguen siendo eso, clásicas y geniales.
-Tener una excusa para
volver a vivir el juego una vez más.
Lo peor:
-Todo el juego en si es
una muestra de vagancia suprema: Gráficamente no da la talla para lo
que se esperaría de este título en una máquina como 3DS. Los
modelados de persoanjes no han mejorado lo que debieran, los fondos
siguen siendo demasiado simples, algunos enemigos van clamando al
cielo su orígen poligonal, el juego sólo corre a 30 fps tenga
activado o no el efecto 3D...En resumen, mucha dejadez por todos
lados.
-La música no se ha
remasterizado y en algunos momentos mete unos cantazos de aupa, como
por ejemplo al pasar del sonido ambiental de la noche a la música
mañanera.
-No es que sea algo muy
grave, pero se nota que el Z-targeting estaba todavía en pañales.
En su día era la perfección, pero actualmente se debiera haber
depurado un poco y dejarlo al nivel de WW o TP.
-El nuevo acabado gráfico
más colorido y vibrante...No pega con el título. Esperemos que si
hay “remake” de Majora's Mask para 3DS no sigan por ese camino ya
que es un juego todavía más oscuro.
Nota: 7
¿Un 7? Mucha nota le das. Hueles a Pikmin talibán.
ResponderEliminarMe jode nadar contra corriente y no ver la magia que otros veis en este juego. Por eso sigo pensando que su magia se debe a que llegó en un momento concreto y fuera de ahí no vale ná.
A ver si una futura rejugada (en Master Quest esta vez) me hace cambiar de parecer, pero la manía que le tengo es muy grande :(
El juego sigue siendo buenísimo, sigue teniendo el mismo magistral diseño y el mejor ritmo de todos los Zelda 3D que han ido apareciendo. A mi me pareció en su día y me sigue pareciendo una lección de cómo se tienen que diseñar los juegos, lo que no quita que el factor nostalgia haga mucho y que ponerse ahora con el original en una N64 con su tasa de frames y sus gráficos borrosos o en este remake con la rascadita de escroto que han hecho en Grezzo no se haga cuesta arriba.
EliminarPero teniendo en cuenta la predisposición negativa con la que vas, dudo mucho que la Master Quest te convenza.
Creo que coincido más o menos en todo. A mí lo único que me gusta de este "remake" son las caritas de los personajes, ahora mucho más guapitos todos. Por lo demás me parece una basura muy grande el trabajo de Grezzo y una oportunidad perdida de tener un remake a la altura (con graficazos, en sobremesa y... ¿puedo pedir trofeos?).
ResponderEliminarNo entiendo cómo Nintendo pudo dar luz verde a este proyecto, la verdad. Lo único bueno de jugar esta versión frente a enchufar una 64 es poderlo disfrutar en castellano y la ergonomía de los menús. El tono chillón y alegre de los nuevos colores me causa repelús.
PD: Estaría bien que quitaras la comprobación de palabras al escribir, que son un engorro para los robots que queremos comentar ( u_u) Grachias.
Sí, se ha perdido una oportunidad única de volver a revivir el juego con graficazos. 3DS permitía hacer mucho más y ni los de Nintendo han querido ni los de Grezzo han sabido.
EliminarY sí, claro que puedes pedir trofeos! Espero que la futura WiiU implemente cuentas de usuario y trofeos, logros, premios o como quieran llamarles para darle más vidilla a los juegos.
PS: Comprobación quitada, si una robot VIP pide, yo concedo ^_^
No estoy en nada de acuerdo con la conclusión; creo que no se puede valorar un juego según "lo que podría haber sido"(o al menos no ahondar en ese motivo) y de ese tipo son todos los puntos negativos que has puesto, además de que son motivos extremadamente exigentes.
ResponderEliminarPara mi es un gran remake, porque además de ser del mejor juego de la historia(que ya de por si es perfecto), incluye muchas mejoras y todas ellas están muy bien implementadas: El 3D, el mapa y el inventario en la pantalla inferior, el sensor de movimientos, etc.
He jugado a pocos ports/remakes, pero ninguno de ellos me ha parecido tan bueno como este. Por ejemplo, el remake de Star Fox 64 en 3DS me parece malo porque el tipo de juego que es para una portatil y las mejoras que le han puesto no pegan para nada. Y los ports que han ido haciendo en PS3 se limitan a mejorar la resolución y la tasa de frames y ya está. Creo que tampoco se les puede pedir mucho más.
No se trata de valorar un juego según "lo que podría haber sido", se trata de hacerlo según las posibilidades de la máquina, y 3DS da para mucho más que muñones poligonales, escenarios cuadriculados y texturas de una calidad digna de N64. Ni tan solo creo que pueda cuadrar dentro de la categoría de remake.
ResponderEliminarY sobre las mejoras bien implementadas...Bueno, casi mejor no tenerlas en cuenta: El efecto 3D es bastante malillo y no casa nada con el sensor de movimiento. Al mínimo movimiento que haces para apuntar con la consolita dejas de ver el 3D para pasar a ver una bonita imagen doble, con lo que al final acabas desactivando uno u otro.
Este juego se merecía muchísimo más.
buen analisis, yo tambien hice uno, checalo :)
ResponderEliminarNo.
Eliminar¿No lo checas? :O
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