Desde luego Brütal Legend no fue uno de los bestsellers del año pasado, no era uno de los títulos más hypeados y esperados y no estaba respaldado por una gran campaña de marketing que lo promocionase y generase noticias sobre el título a cada cinco minutos. Tampoco se puede decir que fuese un sleeper ya los seguidores de Tim Schafer (Full Throtle, Grim Fandango, Psychonauts, etecé, etecé) llevaban siguiendo este proyecto desde que fue anunciado.
Pero si algo fue Brutal Legend, desde luego, fue un gran homenaje a todos los que agradan de la música metal, a los que disfrutan con el buen humor en los videojuegos y las propuestas originales y llenas de carisma.
Jugablemente Brütal Legend ofrece un cóctel de lo más original que hemos visto en mucho tiempo ya que reúne en un mismo juego tres estilos de jugabilidad diferentes, combinándolos y creando algo bastante único. Por un lado, tenemos los elementos tomados de los juegos hack'n slash, donde armados con nuestra hacha y nuestra guitarra eléctrica (capaz de electrocutar a nuestros enemigos en universo de Brütal Legend) hacemos frente a los enemigos con todas las posibilidades típicas de este tipo de juego: combos, bloqueos, movimientos de esquiva, ataques especiales...Pero para usar estos no disponemos de un desarrollo a modo de fases diferenciadas o misiones como podría ser un Devil May Cry o un Ninja Gaiden si no que contamos a nuestra disposición todo un continente por el cual movernos libremente e ir de un lado a otro como al estilo Sandbox. En este mapeado, a parte de ir de un punto a otro para cumplir las misiones principales que permiten a la historia avanzar, podemos cumplir misiones secundarias, buscar objetos que mejorarán a nuestro personaje, desbloquear canciones o simplemente darnos el placer de explorar el precioso mundo en el que se desarrolla el juego. Para hacer esto, además, contaremos con nuestro coche el cual podremos invocar con un solo de guitarra como si del mismísimo Epona se tratase y recorrer con él el mapeado a toda pastilla escuchando además la radio que lleva incorporada -solo con música metal, claro-. El tercer tipo de jugabilidad se da en los momentos claves en la historia del juego, donde pasamos a un estilo basado en los RTS (estrategia en tiempo real), donde nuestro personaje se convierte en general de un ejército el cual hemos de controlar y dirigir. Nuestra función en estos puntos es la de conseguir recursos para fabricar tropas, decidir qué tipo de unidad nos conviene para cada situación, comandarla a los puntos claves del mapeado, upgradear nuestra base y unidades y acabar con la del enemigo. Lo original de este punto es que en lugar de dejar de lado a nuestro personaje para solo dar órdenes con un puntero, todas las decisiones y acciones que realicemos se hacen en base a seguir controlando de manera activa al protagonista del juego, es decir, podemos movernos libremente por el campo de batalla dando hachazos, despachando unidades enemigas y realizando solos de guitarra que generan beneficios a nuestras tropas, efectos negativos a las enemigas, invocan unidades especiales e incluso si queremos atropellando enemigos con nuestro coche.
Hay que puntualizar que aunque contando con estos tres tipos de jugabilidad ninguna de ellas acaba profundizando en ninguno de los géneros que toca, así, el sistema de combate cuerpo a cuerpo no es demasiado complejo y no cuenta con muchas opciones más allá de algunos movimientos nuevos que vamos consiguiendo, el estilo Sandbox no nos proporciona demasiada variedad de misiones ni objetivos a cumplir en el mapeado y los momentos de estrategia en tiempo real no ofrecen las complicaciones que pudiera presentar un Warcraft. Son tres géneros que se toman de manera bastante light y se combinan para dar como resultado algo muy original, novedoso y sobretodo que encaja extrañamente bien.
Como aviso a los que esperen de este juego un slash hay que hacer especial hincapié sobretodo en las secciones de estrategia nombradas, ya que aun siendo bastante simples, el juego presta mucha atención a éstas, puesto que como hemos mencionado los puntos claves en el modo historia se resuelven con este tipo de combate y si es un género que no se nos da especialmente bien o el hecho de tener que estar pendiente de varios escuadrones en diferentes puntos del mapa a la vez nos lía seguramente lo pasaremos bastante mal y nos puede acabar echando para atrás. Como nota a la importancia que se le ha dado a esta batallas resta decir que el modo multijugador del que consta el juego se basa 100% en estas refriegas donde los jugadores tienen que acabar con la base contraria comandando su ejército. Y es que si los creadores del juego dedicaron dos años del desarrollo solo para crear estas secciones del juego es por algo.
De todos modos, aunque esta mezcla de géneros casa sorprendentemente bien también tiene sus puntos negativos debidos casi todos también al hecho de no profundizar de manera especial en ningún género. En los momentos de libertad en los que nos movemos por el mapeado echaremos de menos contar con más variedad de misiones, ya que las que hay se suelen repetir bastante: hacer carreras con un demonio, realizar emboscadas, defender una zona de embestidas enemigas, misiones de caza...Y poco más. No podremos evitar dejar de pensar en lo desaprovechado que está el grandioso mundo de Brütal Legend y desear tener más quests, sidequests y secretos para disfrutar. No es que lo que hay sea aburrido, desde luego no lo es, pero sí quizás un poco monótono.
Los momentos de estrategia también presentan sus puntos débiles y es que adaptar a la vez el control de un slash y una interfaz para dirigir tropas es bastante complejo, y aunque se ha resuelto bastante bien, no deja de tener puntos débiles como la incomodidad para seleccionar algunas tropas en concreto dentro del fragor de la batalla, marcar los objetivos a las unidades o dar órdenes que a veces son ignoradas. En el modo multijugador, además, se hacen bastante evidente algunas carencias en cuanto a la nivelación de las diferentes facciones del juego y sus tropas y la creación por parte de los jugadores de estrategias muy similares entre sí debido a la carencia de algunas unidades y el excesivo poder de otras.
En cuanto al apartado gráfico del juego, aunque Brütal Legend no vaya a destacar como uno de los títulos que más partido saca de las máquinas en la que corre, hay que reconocer que lo que ofrece en pantalla lo hace muy bien, no tanto por la riqueza de sus modelados y texturas si no por la maravillosa ambientación de la que consta el juego. Y es que aunque se ha repetido en muchos sitios hasta la saciedad, el universo de Brütal Legend parece sacado directamente de cualquier carátula de Heavy Metal: Ruinas derruidas y gastadas por el tiempo, gigantescas espadas clavadas en las montañas, caras esculpidas en la piedra, catedrales góticas con esqueletos adornándolas...Toda esa mezcla de fantasía épica, metal, erotismo...Está presente en el universo del juego y no serán pocas las veces en las que bajemos del coche para simplemente deambular por el mapeado y ver todo el detallismo puesto en él, ya que ni hay dos lugares que sean iguales ni hay una zona a la que no se le haya dedicado un mimo especial. Divisar el mapeado encima de una montaña mientras que cae la lluvia encima nuestro y de fondo suenan cuatro puntadas de guitarra acústica no tiene precio, hay que jugarlo.
El juego, a su vez, se divide en cuatro zonas de distinta ambientación que iremos desbloqueando al avanzar la historia como si zonas de Liberty City se tratase: Una extensa campiña con montañas y mucho verde, una zona nevada, una espesa y preciosa jungla con pantano incluido y la que es la mejor de todas a mi modo de ver: la zona gótica donde la ambientación del juego toca sus cotas más altas en cuanto a detalle, mimo y belleza (macabra, eso sí, pero belleza al fin y al cabo). Aún así, el hecho de que haga más incapié en el apartado artístico no implica que vayamos a encontrarnos un apartado gráfico descuidado, ya que el juego está plagado de buenas texturas y efectos que hacen que los bellos entornos resalten mucho más.
Hablando de los personajes, estos presentan un modelado excelente que destaca sobretodo por la increíble animación facial que presentan y su expresividad, que por ella misma, nos hará soltar más de una risa.
Hablar de sonido es hablar de uno de los apartados en los que posiblemente el juego de Tim Schafer más destaque, ya que para la ocasión se han licenciado más de 100 temas que nos acompañarán durante el juego todos pertenecientes a diversos estilos de Metal y pertenecientes a grupos como Motorhead, Judas Priest, Ozzy Osbourne, DragonHead o Craddle of Filth entre otros.
Cierto es que quizás se eche de menos algún grupo de bastante renombre, seguramente debido al tema de licencias, pero una vez que empiece a sonar la banda sonora no los echaremos de menos (Y algo hay que dejar para la segunda parte, si es que algún día la hay). Estos temas no solo nos acompañarán cuando suenen en la radio de nuestro coche, si no que además que en muchos momentos de la historia harán las veces de acompañamiento quedando tan bien incorporados que parecerá que se han escrito para la ocasión (los momentos en que suenan Throught the Fire and Flames de DragonForce y Mr Crawley de Ozzy son perfectos).
Pero no solo de temas licenciados vive el juego, ya que en los momentos en que vayamos a pie de lugar a otro sonarán pequeños cortes musicales de unos pocos segundos muy inspirados y que casan con el entorno con el que nos movemos como anillo al dedo.
En cuanto al doblaje, no quiero profundizar demasiado en la calidad del doblaje al castellano (bueno, en realidad es una puta mierda y Santiago Segura no vale un duro como doblador), si no recomendar a todo el mundo que lo juegue con las voces en inglés. Mientras que en nuestro país el hecho de que una serie o película esté doblada por algún famosete o cantante es indicador de baja calidad y resultado esperpéntico (cof, Dani Martín, cof), en otros paises esto es indicador de calidad y buen hacer. Y es que en la versión original no solo contaremos con Jack Black poniendo voz al protagonista, si no que artistas de la talla de Ozzy o Lemmy Kilmister se encargarán de poner voces -y de qué manera- a diversos personajes del juego. Su interpretación, entonación, ganas, esfuerzo y calidad deja por los suelos al doblaje en castellano y es un delito dejarlo pasar. Otro consejo respecto a éste, es que siempre que podáis habléis con los personajes -sobretodo antes de las batallas- ya que sus lineas de diálogo suelen ser bastante graciosas y es un detalle que se suele pasar por alto.
Y es que la historia que nos cuenta Brütal Legend es al igual que todo el juego en sí, un gran despunte de originalidad, siendo capaz de crear un universo en el que todos los elementos de la música metal encajan perfectamente y creando una mitología y un mundo extremadamente original y que sería una pena que no se profundizase en él en nuevas entregas.
Independientemente de la nota que pueda llevarse Brütal Legend, se trata de un juego que va más allá de estas, tanto por su apuesta jugable, su ambientación, su humor, su originalidad, su música y mil aspectos más. Es un juego que está destinado a convertirse en juego de culto y que solo aquellos que se atrevan a aventurarse en su compra sabrán apreciar ya que por desgracia es el típico juego que por mucho que te recomienden por todos lados nunca te decides a comprar por alguna extraña razón. Craso error.
LO MEJOR:
-El maravilloso y original universo creado para la ocasión.
-La ambientación es única y las zonas disponibles están muy bien diferenciadas.
-La unión de tres tipos de jugabilidad diferente en vez de quedar extraño o inconexo dan como resultado algo muy interesante.
-Las batallas RTS son muy divertidas si nos gusta el género y no están del todo mal llevadas aun teniendo que combinar el control de nuestro personaje y el de las tropas a la vez.
-La banda sonora elegida para la ocasión.
-El doblaje inglés es una maravilla.
-El mimo puesto en las expresiones de los personajes.
-Es divertidísimo en general y está lleno de detalles.
LO PEOR:
-Es quizás un poco corto, hacerlo todo al 100% nos puede llevar en torno a 17-20 horas. Hacer la historia directamente nos llevará incluso mucho menos.
-El control de tropas en las batallas de estrategia en tiempo real a veces falla y no es muy fácil cogerle el tranquillo a comandar diversos grupos a diferentes localizaciones del mapeado.
-Hay muy pocas batallas de RTS durante el juego para ser un sistema al que se le ha dedicado tanto tiempo: solo haremos unas cinco o seis y solo en un par de ellas contaremos con todas las unidades y upgrades a nuestra disposición. Se antojan muy pocas.
-Falta más variedad y mayor número de misiones secundarias, se echan de menos más sidequests o que hayan secretos.
-Hay pocas misiones de la historia principal que aprovechen la jugabilidad tipo Hack'n Slash. Se echan de menos zonas y bosses donde poner a prueba nuestro machaqueo de botones.
-El modo difícil es prácticamente igual que el modo normal.
-Solo hay un slot para guardar partida, tócate los cojones.
-Falta más nivelación entre las diferentes facciones del modo multijugador, algunas razas están más beneficiadas que otras, existen algunos combos infinitos y unidades demasiado poderosas que provocan poca variedad en el estilo de juego de la gente y estrategias repetitivas y muy orientadas a hacer rush.
-Ya no queda ni el tato jugando online.
-El doblaje al castellano y Santiago Segura.
-En las carreras contra el demonio corredor Fletus, si nos roza con su coche, le intentamos envestir, nos golpea en mitad de un salto o le intentamos tirar de la carretera el resultado es siempre el mismo: El ni lo nota y nuestro coche se desvía totalmente de la carretera girando en exceso. Siguen siendo facilisimas, pero es un detalle que da bastante rabia.
-Haber tenido que escribir todo este tocho para que no ignores el juego por no llevar en el título un Warfare o porque no se han gastando tres trillones de petrodólares en una campaña de promoción. Además, está barato carajo, te cuesta más dos cubatas que hacerte con este juegazo.
Nota: 9
Buen análisis, objetivo y mostrando sus defectos (Santiago Segura un puto lastre con el doblaje torrentesco). Como bien dices el juego está tirado de precio, 10 pavos me ha costado, pero bien lo vale quizá el mejor juego de la estantería. Un saludo, y que aguante el metal!
ResponderEliminar