Desde que tuve la versión Master System de pequeño y me tuve que deshacer de ella había tenido ganas de hacerme con él de nuevo y volverlo a disfrutar, así que cuando lo vi tirado de precio para subasta no dudé en hacerme ni un segundo con él y esperar que me llegase ansioso para volver a jugarlo.La sorpresa ha sido al recibir el paquete y ver que el juego no era de segunda mano si no que estaba nuevo a estrenar con su precinto original y todo y aquí uno ya se empieza a plantear si debe abrirlo o no.Porque, claro, son 20 añazos que este juego ha estado impoluto en la estantería o casa de algún japonés esperando su turno, resistiendo el paso del tiempo y viendo como sus compañeros eran abiertos, manoseados, rallados, perdían su caja, desaparecían sus instrucciones y quizás muchos de ellos acababan en la basura, sepultados en un vertedero para siempre jamás. Mientras otros completaban su ciclo de vida, él, inocente, ni tan solo ha empezado el suyo. Y no deja de ser cruel el querer abrir un juego que ha resistido durante lustros el paso del tiempo...¿Estaba destinado desde que se fabricó al otro lado del mundo a ser jugado por ti? ¿o quizás tu papel es solo el de mantenerlo sellado durante otro par de décadas y que se convierta en una reliquia atemporal?La verdad es que la decisión de recibirlo y jugarlo hasta la saciedad ahora que tenía hasta ayer deja paso a un pequeño sentimiento de culpa solo de pensar en abrirlo y mancillarlo y uno no sabe qué hacer...¿Lo abriríais vosotros? ¿o lo dejaríais sellado en vuestra colección?
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LOS JUEGOS ESTÁN HECHOS PARA JUGARSE.
¡Y lo abriste! No me lo puedo creer xD.
ResponderEliminarLos juegos hay que desprecintarlos siempre, porque dentro no sólo se esconde el juego, si no que a veces se pueden encontrar cosas como esperanza, ilusión y felicidad.
ResponderEliminarMil veces que lo volviese a comprar, mil veces lo volvería a desprecintar sin dudar.