jueves, 21 de agosto de 2014

Análisis: Rogue Legacy


Bueno, una última partida y lo dejo ya por hoy. Ummm, me han matado muy rápido, mejor otra más y lo dejo ya. Oh, carajo, vaya mierda de héroe me ha salido esta vez, hago otro intento con un personaje decente y lo dejo ya por hoy. Bien, en esta partida si he avanzado y conseguido bastante oro, así que mejoro al personaje y hago otra para probarlo. ¡Oh¡ He subido un buen montón de niveles en esta intentona, voy a ver si me puedo cargar al jefe de zona en otro intento y lo dejo ya por hoy. ¡Arg! Casi lo tenía y me ha matado, voy a ver si con un personaje mejor que me salga me lo puedo cargar y ya lo dejo. Bufffff que mal me ha ido esta vez, voy a ver si con un poco de oro me fabrico esa armadura que me da más protección y ahora sí lo dejo. Ahora sí, la de verdad y lo dejo. Bueno, otro intento rápido y ahora sí se acabó. Y otro. Y otro. Y esto, señores, es Rogue Legacy.

Las palabras que mejor definen al juego de Cella Door Games son vicio, adicción y ludopatía. Es curioso como han conseguido con tan poco hacer que sea tan divertido repetir y repetir una y otra vez los mismos escenarios y que siempre tengamos el gusanillo de volver a echar otra partida.

Rogue Legacy, como su nombre indica, es un título perteneciente al género roguelike: Entramos con nuestro héroe en una mazmorra, esta vez en forma de castillo, con mapeado y habitaciones que se generan aleatoriamente, conseguimos todo el oro, equipo y experiencia que podemos e intentamos, ya de paso, cargarnos a uno de los cuatro bosses que hay distribuídos por el castillo y que nos dan acceso al jefe final con la salvedad de que si nos matan por el camino no hay continuación que valga, nuestro héroe morirá permanentemente y nunca más sabremos de él. Pero no os preocupéis porque la muerte es sólo un mero trámite en este juego (uno muy frecuente, de hecho) y una vez muerto pasaremos a elegir la descendencia del héroe caído y a controlar a su vástago, que será más fuerte ya que la experiencia conseguida por el padre sube los niveles al hijo y habrá heredado todo el equipo y oro conseguido por su progenitor. Y ojito con este oro porque es el que nos permite comprar un buen porrón de mejoras y habilidades para nuestro personaje como más fuerza, más vida, más resistencia, más puntos de magia, más daño crítico y lo más interesante de todo: Nuevas clases.




Y es que Rogue Legacy comienza sólo con un par de clases elegibles pero no tardaremos en poder desbloquear, previo pago monedil, claro, nuevas clases como magos, ninjas, asesinos...Cada uno con sus diferentes stats de fuerza, vida, daño crítico y que harán que en la siguiente partida sea más aconsejable usar uno u otro dependiendo de si sólo queremos farmear dinero, farmear niveles, encontrar tesoros o luchar contra un boss. Y no penséis en acumular todo el oro posible de generación en generación para luego comprar mejoras del tirón, puesto que el título tiene una, a mi modo de ver muy inteligente, característica que hace que cada vez que queremos entrar en el castillo nos encontremos un personaje que nos quitará todo el dinero como peaje (también variable según las mejoras que tengamos) y por tanto nos invita siempre a gastar y mejorar todo lo que podamos y no conservar nada en el monedero.

Y no sólo podremos gastar el preciado oro en habilidades y características del personaje si no que al poco de comenzar el juego podremos desbloquear una forja donde un amable señor nos fabricará el equipo que vayamos encontrando por el castillo en forma de planos que también mejoran nuestras habilidades y una hechicera que acoplará runas en nuestro equipo para también conseguir nuevos resultados como doble salto, más velocidad, bajar el nivel de los enemigos o subirlo para que nos den más oro, recuperar vida con las muertes de enemigos, etc. No es que tengamos muchos elementos de equipo y runas para nuestro personaje pero sí que añaden otro puntillo de variedad al título al poder personalizarlo hasta cierto punto.



En cuanto a la elección de heredero, y esto es una de las características más divertidas y a la vez puñeteras de Rogue Legacy, no tenemos la posibilidad de elegir de manera libre quien queremos que sea nuestro sucesor, si no que se nos dará a escoger uno de entre tres posibles candidatos, teniendo cada uno una clase  y unas características propias y particulares y lo mejor de todo, hasta defectos genéticos propios que llegan a incidir de buena manera en la jugabilidad. Así nos encontramos con herederos con rasgos como enanismo -que pueden meterse por recovecos y escondrijos-, gigantismo -más propensos a recibir golpes-, visión en blanco y negro, temblores musculares -que hacen vibrar el mando aleatoriamente-, más rapidez, ver el mundo del revés -con la putada en el control que eso comporta- y otras muchas entre las que hay también aquellas que no inciden directamente en el juego pero que hacen echar alguna carcajada, como la coprolalia que hace que nuestro personaje suelte improperios cada vez que le golpean, el soltar flatulencias cada vez que saltamos, el ser calvo...



Sólo un par de puntos enturbian el conjunto ligeramente. El primero de ellos es que todo es tan aleatorio y random que a veces la mala suerte se reúne en alguna de las intentonas  y nos encontramos con que, además de tocarnos un héroe horrible con rasgos muy molestos,  la disposición del castillo totalmente aleatoria se configura para que nada más entrar nos encontremos salas muy puñeteras llenas de pinchos, trampas, montones de enemigos que lanzan proyectiles y que hacen que nuestra supervivencia se limite mucho -máxime porque los enemigos nos quitan mucha vida con sus impactos aún doblándolos de nivel- y al poco de entrar ya estemos muriendo sin haber avanzado casi nada en lo que recolectar oro, objetos y experiencia se refiere. Claro que también nos encontramos el caso totalmente opuesto de que nos toque un héroe genial a la vez que una estructura del castillo asequible y acabemos el intento llenos de dinero, con un montón de objetos nuevos, muchos enemigos muertos y, por qué no, algún boss derribado. Supongo que la vida es así.

La segunda cosa negativa que encontramos en el título es que cuenta con una variedad de enemigos muy limitada, sólo un puñado de ellos que van cambiando de tamaño, color, candencia de disparo o magias que nos lanzan y poco más. Incluso nos encontraremos por el camino mini-bosses que protegen suculentos tesoros que no dejan de ser versiones gigantescas de los enemigos normales. Sin duda al título le hace falta más variedad de enemigos, cosa que se suple un poco por el vicio que es recorrer una y otra vez las salas, pero no deja de ser deseable más variedad.




A parte de todo esto mencionado y que se refiere al apartado jugable, nos encontramos en cuanto a estética con el enésimo juego de aspecto pixelado (me niego a llamarlo retro) tan recurrido hoy en día y que de hecho a este título le sienta de maravilla aunque también echamos en falta que las diferentes clases de personajes tuviesen un poco más de distinción en cuanto a poses y animaciones, ya que en todos los casos cuentan con las mismas y que junto a la repetición de enemigos lo podría llegar a hacer monóntono si no fuese por lo adictivo que es el puñetero juego. En cuanto a temas musicales, más de lo mismo en lo que parece una constante en el juego: Poca variedad pero muy pegadizos y no os sorprenda si acabáis tatareando algunos temas mientras jugáis.

Seguramente, si uno se pone a examinar exhaustivamente el título empiece a encontrar pequeños fallos por aquí y por allá: Que si poca variedad de enemigos, que si podría estar más trabajado en cuanto a variedad de músicas, más diferenciación entre personajes, un sistema diferente en tal o cual aspecto...Porque ni mucho menos es un juego perfecto. Pero no importa, porque es tan divertido, adictivo y viciante que todo nos dará igual por el mismo hecho de volver a intentar una vuelta más al castillo, conseguir una habilidad nueva, matar un boss que se nos resiste...Es de esos juegos en que cualquier excusa es buena para seguir jugando e irnos a dormir muy tarde por culpa de no tener control y necesitar viciar más y más. Y eso, sin duda, es de lo que los videojuegos tratan: De divertir más allá de cualquier envoltorio.  Rogue Legacy es recomendable cien por cien. Y mil por mil. 

Lo mejor:
-Que no pararás de jugar. Siempre hay un motivo para volver al castillo con un nuevo descendiente.
-No deja de ser muy mono y gracioso en todo su conjunto.
-Muchas horas de juego. 

Lo peor:
-Poca variedad de enemigos.
-Que se han flipado con el trofeo de pasarse el juego muriendo menos de quince veces, que a parte de los seres infrahumanos la mayoría de gente se saca trampeando el sistema de guardado. 
-Los magos no valen pa ná

Nota: 9

5 comentarios:

  1. Joder, le tengo unas ganas increíbles!!! El roguelike es mi debilidad últimamente.

    ResponderEliminar
  2. El juego es pura droga. ¡A por el platino!

    ResponderEliminar
  3. Por cierto, no se me había pasado por la cabeza jugarlo en la PS3. Lo tengo tan asociado a Vita que ni recordaba que era cross-buy. Por culpa de ello me pierdo lo de los temblores del mando que comentabas.

    Así que todas las características hacen algo menos la de ser gay.

    ResponderEliminar
  4. gracias por hacermelo conocer! se ve muy bueno y divertido. me gusta tu estilo del blog. disculpame si te molestaron mis comentarios que te critique por darle mal puntaje a dead or alive 5. es que soy fan de ese juego. saludos y muy buen blog!

    ResponderEliminar
  5. lol yo acavo de jugar y se me ha quedado en pausa y no se como se quita xDDDDDDDDDDDDDDDDD

    ResponderEliminar