miércoles, 30 de julio de 2014

Análisis: Assassin's Creed III

Tengo que admitir que Assassin's Creed III me ha sorprendido desde el primer momento en que puse el disco en la consola. Y es que Ubisoft con las anteriores entregas de la saga parecía haber encontrado una manera bastante infalible de hacer juegos amenos, más o menos variados y relativamente divertidos de jugar. Una fórmula que, como iban haciendo a cada nuevo episodio sólo necesitaba retocarse por aquí y por allá para cada vez resultar en mejores títulos y por tanto no deja de ser curioso como en ACIII todo ese trabajo ha sido tirado por los suelos, pisoteado y defecado y ha dado como resultado un juego infame del que es mejor mantenerse alejado.


Empecemos por donde empieza el propio juego: ¿Recordáis aquel horrible y eterno tutorial del que hacía gala Assassin's Creed II que llegaba a durar tranquilamente dos horas? Sí, aquel que todo el mundo odiaba y del que parecían haber aprendido ya que en siguientes capítulos se había vuelto algo más ameno y mejor introducido. Pues bien, ha vuelto y con refuerzos, ya que esta tercera entrega (la llamaremos así aún y siendo el quinto juego de la saga lanzado) cuenta con un maravilloso y tedioso tutorial de más de cinco horas. Sí señor, cinco horas para enseñar al jugador de la forma más anodina y aburrida cómo se juega a este título. Durante todo ese largo período de tiempo ni tan sólo podremos llevar al personaje principal de este capítulo si no que llevaremos a un personaje odioso, aburrido y horripilante haciendo misiones odiosas, aburridas y horripilantes que en principio nos tienen que enseñar cómo funciona el juego para más tarde pasar a controlar una versión jovenzuela del protagonista que también es odiosa, aburrida y horripilante, dando al jugador cero libertad y haciendo que el mayor logro de este juego sea no abandonarlo antes de acabar estas horas de iniciación. Y es que, incluso una vez superadas estas cinco horas largas de aprendizaje y pasar a controlar, por fin, a nuestro protagonista, todavía nos quedará alguna cosa más que aprender.

Y es que uno de los grandes -y no el único de los grandes, ojo-, problemas de este juego es que el ritmo narrativo es pésimo, los acontecimientos no están bien narrados, el uso de la elipsis temporal falla estrepitosamente cada vez que se utiliza, la conexión entre los acontecimientos del juego hace agua y no consigue hacer que el jugador sienta ningún interés por lo que sucede en pantalla. Y aunque bien es cierto que Connor, nuestro protagonista, no es tan mal personaje como se le ha querido hacer ver por todos aquellos a los que agradaba Ezio y Altair, sí es cierto que no es capaz de hacer que todo lo que le rodea sea interesante. Buena parte de la culpa es, sin duda, de la mala elección en la ambientación del título: La guerra de independencia americana. Un suceso histórico aburrido y que salvo quizás al jugador norteamericano que ha tenido que estudiar ese muermo histórico en el colegio no va a interesar a nadie (No deja de ser normal que en historia de los Estados Unidos se estudie con todo detalle ese periodo histórico puesto que hablamos de una historia que abarca unos pocos cientos de años, mientras que para el continente europeo una guerra de independencia sería un lunes más). Es sin lugar a dudas un jarro de agua fría pasar de las preciosas Roma, Venecia, Florencia y demás ciudades Europeas de anteriores episodios con todo su legado arquitectónico y cultural de miles de años a unas desangeladas Boston y Nueva York representadas por cuatro casuchas de ladrillo anodinas y cuatro establos mal puestos

¡No me ayudes Connor! Prefiero morir ahogado que ser un NPC de este juego

Olvidad todos aquellos momentos de escalar una impresionante iglesia hasta lo más alto del cielo, de trepar por torres y minaretes preciosos y trabajados, de lanzaros al vacío en paracaídas y volar entre nubes para engancharos y deslizaros por algún cable...Todo ese preciosismo y grandilocuencia de las construcciones, todas las obras de arte y monumentos reconocibles y parte del legado artístico de la humanidad y que hacía tan grande a esta saga ha desaparecido dejando paso a casuchas, cabañas y establos en medio del fango. Un señor bajón en toda regla sin duda.

Cierto es que en esta entrega y separando las zonas urbanas del juego encontramos una gran extensión de bosques, montañas y ríos llena de arbolitos para triscar y saltar entre ellos cual Tarzán y que supongo que ha sido la solución que Ubisoft ingenió para substituir toda la belleza de los anteriores capítulos. Lo malo de toda estas zonas de hierbecitas y animalitos silvestres es que son prescindibles y de relleno. Son extensiones de terreno cuyo único propósito es llenarlos de coleccionables cual Rare y hartarnos a recoger plumas, cofres, reliquias y demás basura diogenil a la vez que rellenarlo todo de aburridas misiones secundarias que no aportan nada y lo más seguro es que, salvo que tengamos ganas de meternos buenas pateadas, utilicemos el viaje rápido para ir de un lado a otro mientras que jugamos la historia principal. Aún así, tengo que reconocer que, de todo lo que propone el juego, perder horas trepando cual mono por los árboles para conseguir la enésima pluma de pájaro que no aporta nada es bastante más divertido que realizar las misiones del juego (sí, tan aburridas son).


Sois muchos, pero os mato a todos con un solo botón ¡quince veces!

Tampoco se puede decir que la economía de esta entrega haya dado un paso hacia delante, puesto que mientras que por un lado se ha perdido toda la compra de locales que nos iban dando ganancias periódicamente y la divertida mejora del cuartel de las anteriores entregas por otro lado no se ha sabido implementar algo que pueda substituir a estas mecánicas de una forma complaciente. Así ahora, contamos con misiones que desbloquean a trabajadores que nos dan más misiones que los hacen subir de nivel para darnos mejores materias primas y permitir venderlos o mezclarlos para fabricarnos objetos de mejora, armas o mobiliario o simplemente la posibilidad de comerciar materias primas con comercios en colmados de las grandes ciudades para sacar dinero. Todo un lento, tedioso y aburrido proceso que para más inri, prácticamente no nos dará ganancias y nos resultará más fácil enviar a nuestros discípulos asesinos a completar encargos por el mundo y repetirlos una y otra vez para conseguir dinero en más cantidad y con mucha más rapidez y sin necesidad de perder tiempo nosotros con ello.
También podemos dedicarnos a buscar rastros por el bosque y matar animales para conseguir pieles, dientes y cornamentas, pero de nuevo el proceso para ello es tan aburrido y tedioso y la recompensa por hacerlo es tan pequeña que de nuevo resulta absurdo dedicar más de cinco minutos a perseguir marmotas y conejas para cogerles la piel. 

Y no es que con Connor tengamos un personaje que sea, aún con sus orígenes indios y de haber crecido en mitad de la naturaleza, un personaje que responda de forma más ágil que Altair u Ezio, más bien al contrario, los movimientos del personaje se sienten más lentos, peor encadenados y menos responsivos a la hora de trepar y saltar por los lugares (en parte por el rendimiento del juego del que hablaremos más adelante), además de tener una tendencia muy tonta de subirse por lugares absurdos al tener el modo de carrera o huída activado, como cajas, tendederos, bidones y demás basura en la que no sirve para nada subirse y que buena parte de la culpa tiene el intento de -todavía más- simplificación en los controles. Por el camino a esta tercera entrega se pierden además, muchas habilidades de las que disponían anteriores personajes de la saga: como el impulso al trepar, rotar encima de enemigos, tirar tierra a los ojos...Vamos, que Connor es un personaje más tosco de llevar y encima más aburrido y con menos posibilidades.



Y luego entramos en un apartado todavía más peliagudo: El rendimiento del juego. Ya los otros AC anteriores no eran un portento en cuanto a fluidez, pero a partir de La Hermandad se había logrado llegar a un equilibrio entre preciosismo gráfico y fluidez, permitiendo una tasa de imágenes por segundo aceptable y jugable. Por desgracia en ACIII el rendimiento ha metido un bajón haciendo que el juego en cuasi todo su desarrollo alcance niveles injugables yendo a unos 20fps e incluso menos en las ciudades más pobladas con personajes, texturas y efectos que aparecen de la nada. Sin duda es horrible estar jugando a esa tasa de refresco tan incómoda y habría sido un alivio el meter menos nieblas, efectos y hierbecitas y en cambio tener un motor más jugable. Recuerdo que el momento más feliz que tuve en el juego fue cuando en una de las ciudades me alejé todo lo posible a un prado donde no había nada más que un palo y me subí a él y entonces todo el juego se volvió fluído y jugable a unos 30 fps estables que daban ganas de quedarse a vivir en aquel palo perdido en la nada. Muy triste. 
¿Y qué decir de los bugs? Nuestros queridos amigos los bugs nos han acompañado ya por muchas entregas de la saga pero no me quedo corto al decir que ACIII es con seguridad el episodio que más bugs me ha regalado, con misiones imposibles de completar porque desparecían enemigos necesarios, puntos de destino marcados en medio del mar, personajes fusionados con suelos y paredes, comerciantes invisibles, carteles de "Se busca" imposibles de arrancar, muertes espontáneas, guardias que nos empiezan a perseguir porque sí aún estando en total incógnito (más de una vez iréis paseando tranquilos y oiréis un "¡Es él!" que indicará que empieza la persecución de Benny Hill) y más mucho más que hacen parecer que este juego se ha saltado la fase de testeo por todo lo alto y que no le importaba ni a sus propios creadores.




En definitiva, Assassin's Creed III es un inmenso paso atrás respecto a los anteriores capítulos de la saga en prácticamente todos los aspectos: Argumento, ambientación, personajes, fluidez, misiones, economía, combate, motor gráfico...Que para más inri aporta más bien poco a la trama principal del juego en el presente (horripilante también, ojo) y que es tan prescindible que es preferible mirarse en la wikipedia un resumen rápido de los acontecimientos de este capítulo y ahorrarse el sufrimiento de jugarlo. Olvida búsquedas de armaduras, grandes estructuras, máquinas de guerra, mejora de equipo útil y palpable...Todo lo bueno que se había ido incorporando a la serie ha desaparecido y ha sido cambiado por mecánicas que no funcionan en lo que debieran hacerlo: divertir. 

Lo mejor:
-Que a la prensa del sector esta entrega le pareciese digna de notas de ocho y nueve es lo que más me ha fascinado del juego.
-Es divertido hacer el monguer saltando de árbol en árbol hasta cierto punto y las misiones en barco nos llevan por parajes bonitos, lástima que tanto una cosa como la otra son prácticamente opcionales...Tiene tela la cosa. 

Lo peor:
-El motor gráfico que va petardeando a una tasa de frame sque oscila entre lo incómodo y lo injugable.
-La ambientación escogida para esta entrega debe ser de las opciones posibles más aburridas. Peor que esto quizás es ambientar un Assassin's Creed en ¡Bienvenido, Mr Marshall! 

Nota: 4.9



7 comentarios:

  1. Ahora a por el de Vita!!!

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    1. Tiene pinta de ser tanto o más bueno que este incluso. Ahora corro a por él.

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  2. Lo mejor de ACIII son los pies de foto de tu análisis xDD.

    Vaya caca de juego. No sabía que había salido tan pochórrimo hasta que te vi a ti rabiando en Twittaaaaà. Menos mal que la tortura ya ha terminado. Descansa :)

    PD: Cuando lo juegue buscaré ese palo de la felicidad.

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    1. Cuando hablaba con la gente de que me estaba haciendo una maratón de Assassin's me decían: No juegues ACIII, sáltatelo, mírate lo que pasa por la Wikipedia, haz ver que no existe...Y yo erre que erre pensando que tan malo no sería, que más aburrido que el primero no podía ser y bien que me lo jugué. Pues no, es terrible y he malgastado parte de mi vida en él.

      De hecho el palo de los 30fps estables es lo mejor que el juego, mejor que el argumento, mejor que la jugabilidad y mejor que todo. Tendría que haberlo puesto:
      Lo mejor:
      -El palo. fin.

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  3. Joder, es que el juego es NEFASTO. Yo no pude aguantarlo aunque me lo terminé. Has sido muy generoso con el análisis, yo lo puse como un trapo xDDD.
    Por cierto, Black Flag es la bomba, eso sí.

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    1. Sí, creo que incluso se merece menos nota...Pero bueno, jugar, se puede jugar y habrá quien le guste porque los caminos del señor son inescrutables.

      Todo el mundo me dice que Black Flag es muy bueno y que no odie la saga por culpa de ACIII, así que en cuanto se me pase el trauma me lo agencio para PS4 que ahí seguro que los fps son soportables.

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  4. Assassin's Creed: Unity - Edición Especial ha salido ya y lo tengo ..ahora a probarlo miralo aqui que precio JA

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