sábado, 16 de enero de 2010

20 Años de Super Nintendo - I- La conferencia de 1988



Corría el año 1988 y Nintendo reinaba totalmente en Japón y Estados Unidos con su Famicom de 8 bits, y si bien es cierto que se le había presentado competencia en la forma de las diversas Mark y Master System de Sega, esta se había quedado en algo relativamente anecdótico. Pero por aquellas fechas, habían hecho aparición en el mercado la consola de NEC por un lado (PC Engine) y la de Sega por otro (Mega Drive), máquinas potentes -sobretodo la segunda con 16 bits y un auténtico monstruo comparable a placas arcade como CPS1 o System 16- que empezaban a dejar en evidencia a la consola de Nintendo resaltando lo obsoleta que por aquellas fechas se había quedado.
Nintendo al ver esto, tomó cartas en el asunto y no tardó en realizar una conferencia de prensa -ahora desconocida para muchos- que presentaba la que iba a ser la sucesora de Famicom y su próxima máquina de 16 bits: La Super Famicom, más conocida por estas tierras como Super Nintendo. Así, un jovencísimo Miyamoto, acompañado de más miembros de la compañía presentaban a los medios las características de su nueva máquina así como un nuevo modelo de Famicom/Nes que reemplazaría al anterior.

Un jovencísimo Miyamoto explicando las características del sistema.

En papel, las especificaciones de la máquina eran sorprendentes, así como las demos que se mostraron al público, donde se podía comprobar que Super Famicom iba a dejar en evidencia, no solo a sus competidoras, si no también a muchas placas recreativas, gracias al uso de efectos gráficos avanzados como rotaciones, zooms, fade-in/fade out, efectos del ahora ya clásico modo7, la cantidad de colores en pantalla, resolución...Algo impensable para el año 1988 para un sistema doméstico.

Nota de prensa original sobre el sistema

En las revistas niponas de la época aparecieron las impresiones de la third party sobre las especificaciones del sistema y en general todas se mostraron sorprendidas por sus capacidades técnicas y se preguntaban a sí mismas como poder sacar partido de algunas características como los zooms y las rotaciones, aunque eso sí, muchas se mostraron preocupadas por el precio de salida que podría llegar a tener tal aparato, que parecía ideal para hacer ports directos de las máquinas arcade.

El primer prototipo de Super Famicom contaba con el puerto de expansión en el frontal de la máquina, los puertos de mando diferentes a los definitivos situados en un extremo, el botón eject más adelantado, una entrada para cascos y regulador de volumen y lo más curioso, un botón con el nombre de Famicom en él, destinado a la compatibilidad de cables de videos entre ambos sistemas (en la parte trasera de la máquian se puede ver como cuenta con un conector de video como el que conocimos y a parte salidas de audio/video como las del modelo de 8 bits).

Las revistas haciéndose eco de la noticia.




Este primer diseño de la máquina era bastante parecido a grandes rasgos con el definitivo que todos conocemos, contaba con algunas diferencias notables, como por ejemplo la disposición de los botones de encendido y reset de la máquina y el color de estos, el botón de eject para los cartuchos o los más curiosos, un puerto de expansión frontal y una entrada para cascos con regulador para el volumen y un misterioso botón llamado “Famicom”, que al contrario de lo que muchas revistas americanas afirmaron no estaba destinado a la compatibilidad de los juegos de la NES si no a funciones de video relacionadas con el nuevo modelo de Famicom que se presentó junto a Super Famicom.

Super Famicom y Famicom juntas y unidas por una línea estética similar.

En cuanto a este nuevo modelo de la consola de 8 bits, las formas que se utilizaron fueron muy similares y en consonancia con la que iba a ser su hermana mayor, incorporando también un botón de expulsión para cartuchos y entradas para los pads de control que se planeaban totalmente compatibles con la Super Famicom. En lo relativo a los pads, estos contaban con los botones denominados A, B, C y D, así como los ahora tradicionales L y R, conocidos en la presentación como E y F.

El nuevo modelo de Famicom era muy similar en formas a la primera versión de Super Famicom, igual entrada para pads -que dejaban de estar incorporados en el sistema-, misma forma en los botones de encendido y reset y un botón para extraer los cartuchos igual que su hermana mayor. ¿Por qué no salió este modelo a la venta? Posiblemente porque las ventas del modelo original continuaron a un buen ritmo y no fue necesario lanzar un nuevo modelo para revitalizarlas, además que al retrasar Super Famicom un par de años y teniendo en cuenta que estaba planeada la compatibilidad de periféricos no tenía mucho sentido lanzar una antes que la otra.

Los pads de control, con los botones de color rojo a diferencia de los multicolor del modelo final y con los botones laterales más pequeños y redondeados. Estos iban a ser compatibles tanto con el modelo de 8 bits como el de 16 bits.


Y a raíz de esta presentación, muchos se estarán preguntando...¿Por qué si la máquina se anunció en 1988 con unas especificaciones técnicas prácticamente definitivas (en el modelo final la RAM pasó de 8kb a 128KB) no apareció en el mercado hasta finales del año 1990? Bueno, a mi se me ocurren varias respuestas:

La primera de todas es que esta fue una forma de frenar al posible comprador de PCEngine y Mega Drive y hacerle esperar. Por aquel entonces la gente estaría dirigiendo la mirada a sistemas ampliamente superiores a sus obsoletas Famicom por lo que nada mejor que hacerles saber que ellos también tenían planeados sacar una máquina de forma inminente (en la conferencia se fechaba la salida a un puñado de meses vista de esa presentación) y que encima dejaba en ridículo a sus competidoras. Vamos, una forma de decir “¡Eh!¡ No te compres otra máquina, porque nosotros vamos a sacar una mucho mejor y te valdrá la pena esperar!”. No en vano, desde que se realizó la conferencia hasta que apareció la máquina dos años después no se dejó de sacar videos y fotos de como iba avanzando y evolucionando el diseño de la máquina, vamos, una forma de ir reforzando la idea del usuario de esperarse porque la llegada de la nueva máquina es inminente.
Esto no deja de ser la misma estrategia que utilizó muchos años después Sony con el lanzamiento de su PS2: PSX había quedado totalmente obsoleta y mucha gente miraba asombrada a las cosas de las que era capaz Dreamcast por lo que se planteaban su compra, pero ahí estaba Sony para realizar conferencias y demos técnicas a cada poco y recordar a través de los medios que en poco tiempo iba a estar disponible una máquina mejor y más potente por la que valía la pensa esperar (En definitiva Sony tuvo un buen maestro en cuanto a márketing y estrategias).


Páginas de revistas con la explicación de los nuevos efectos gráficos de los que era capaz la máquina por hardware, como el efecto mosaico o los Fade in/Fade out, además de rotaciones y deformaciones o el carismático MD7.

Otra razón para que el proyecto se retrasase un par de años es que simplemente las especificaciones de la máquina eran poco reales, al menos, lo bastante irreales para un sistema doméstico que tenía que pagar el usuario de a pié. Ya hemos comentado que muchas de las thirds estaban preocupadas por el precio de salida que podría tener la máquina ya que en algunos aspectos era superior a las placas arcade. La mejor forma de hacer que la gente se espere a tu consola es mostrar que puede hacer cosas impresionantes y eso es lo que hizo Nintendo enseñando demos técnicas con rotaciones, zooms y demas detalles eye candy. El problema, es que sacar a la venta en pocos meses una máquina con estas características hubiese hecho que el producto final costase una pequeña barbaridad, si ya Mega Drive, equiparable a placas arcades, era un producto caro, imaginad un sistema como Super Famicom lleno de chips de apoyo. La mejor opción en ese caso, fue el de ir retrasando el lanzamiento hasta que se llegase a un punto en que la tecnología fuese lo suficientemente barata para sacar la máquina que tenían planeada a un precio competitivo, y eso fue dos años más tarde de su presentación. Y es que al mismo tiempo que Super Famicom salía al mercado a finales de 1990 también lo hacía el Add-on de Sega para su 16 bits, el megaCD, también capaz de realizar esos efectos de nueva generación de los que presumía Super Famicom, lo que demuestra que en ese momento sí era factible sacar esa tecnología a un precio aceptable.

Primer plano de la máquina y de las demos técnicas que se vieron en la conferencia, como la de “DragonFly”, donde un avión volaba en un escenario en MD7 y que más tarde se transformaría en uno de los primeros títulos que acompañaron a la máquina.


A medida que iban pasando los meses y la máquina se iba retrasando, Nintendo se encargaba de facilitar con cuenta gotas nueva información de la máquina en la que se podía ver como la máquina se iba rediseñando y poco a poco adquieriendo la forma de la Super Famicom que todos conocemos.

En esta imagen ya solo la colocación de los puertos de control y el color de los botones difiere del modelo definitivo.

Capturas de un video sobre la máquina donde también se observa su evolución.


Esto sin duda es exactamente lo mismo que volvería a intentar Nintendo años más tarde cuando presentó las especificaciones técnicas de Project Reality poniendo sobre el papel unos datos muy pocos realistas con la época e intentando vender a la gente la moto con demostraciones técnicas realizadas en estaciones de trabajo de Silicon Graphics y supuestas recreativas (Killer Instinct o Cruisin' USA) que en teoría corrían en ese hardware (y que más tarde se comprobó que nada tenía que ver). El problema es que mientras que con Super Nintendo la tecnología que planearon en un principio si que fue asequible un par de años más tarde y pudieron sacar lo prometido, con N64 no ocurrió lo mismo y se vieron obligados a recortar por un lado y por otro y al final sacar una máquina que no era lo que se había dicho en un principio.



Concluyendo, el anuncio de Super Famicom fue muy prematuro y prometiendo una máquina que en ese momento no era posible dado a los costos que hubiese comportado y el pecio final que hubiese tenido de cara al usuario, pero aún así, sirvió perfectamente para retener a la gente con sus viejas 8 bits un par de años y evitar que diesen el salto a máquinas como PC Engine o MegaDrive, mucho más potentes. A fin de cuentas, era en Famicom donde habían tenido a todas las thirds proporcionando juegos sin parar creando la mayor librería de juegos disponible en el mercado y Super Famicom parecía que iba a seguir esta estela por lo que lo más coherente era esperarse los “pocos” meses que faltaban hasta su salida.

Y el próximo día:

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