viernes, 25 de septiembre de 2009

Análisis Valkyria Chronicles

Cómpralo. Y aquí podría acabar el análisis y este juego no necesitaría nada más, si tienes una PS3 cómpralo y si no la tienes ya tardas en hacerte con una y disfrutar del juego, porque la verdad pararse a detallar los diferentes apartados de éste es entrar en una ristra de alabanzas en cada uno de ellos. Aún así, si todavía no te he convencido para que te hagas con él o quieres matar el tiempo hasta que abra tu tienda más cercana y comprarlo, intentaré hacerlo.




Una de las primeras cosas que nos robarán el corazón desde el primer momento en que veamos la introducción es su precioso apartado artístico y gráfico: todos los personajes y elementos del juego están representados como si de dibujos coloreados con acuarela se tratase, adornados además con un precioso y llamativo filtro que simula los trazos de un lápiz para detallar las sombras de los modelados. Así pues, nos encontraremos con que todo el juego presenta un aire a cómic con las onomatopeyas escritas en pantalla, efectos de explosiones y humo realizados a trazos, y unos personajes con diseño de anime que lejos de recurrir a los ojos enormes y diseños de unos dibujos japoneses genéricos, presentan unos diseños bellos, nada excéntricos y muy detallados. Y es que no habrá elemento en el juego que no presente una gran dosis de buen gusto y preciosismo.



Además, dentro de la gran gama de soldados que tenemos para personalizar nuestro batallón -cada vez más a medida que juguemos-, no hallaremos repetidos ya que cada uno de ellos constará con su modelado particular así como de una personalidad totalmente definida, con sus gustos personales, sus habilidades (esquivar el fuego cruzado, disparos extra, exhibirse cuando tienen una chica cerca...), sus manías (alergias a las plantas, fatiga crónica, claustrofobia...) y su forma de expresarse tanto hablando -cada personaje con su propia voz- como de celebrar las bajas que provocan, lamentarse cuando los derriban, etc.

Y es que en relación a este apartado nos encontramos con una construcción de personajes sublime, ya no solo en nuestras tropas, si no en los protagonistas del juego, contando todos con una personalidad genialmente construida y que se va desarrollando a medida que la historia del juego avanza. No tardaremos mucho en darnos cuenta que no solo le hemos cogido cariño a la pareja protagonista si no que nos veremos lamentando las pérdidas de algunos personajes, odiando a otros y en definitiva involucrándonos con todo lo que transcurre en el juego. Y a esto ayuda el maravilloso doblaje del que hace gala el juego, del cual podemos elegir si lo preferimos en inglés o en japonés y dada la calidad de los dobladores, recomiendo muy mucho tener activado este último.



Sonoramente se nos presentan melodías orquestadas de gran calidad y carisma que acompañan perfectamente las escenas del juego y los momentos de combate, bellas en su composición, pegadizas y que se ajustan al juego como un anillo al dedo, no en vano su compositor es el mismo que nos deleitó anteriormente con las BSO de Vagrant Story, FF Tactics o Final Fantasy XII. Y no serán pocos los momentos en los que si hemos disfrutado de alguno de estos juegos nos vengan a al cabeza imágenes y momentos vividos con ellos (sobretodo con el segundo con el que comparte muchas similitudes en sus temas).



En cuanto al concepto de juego y su jugabilidad, se trata de un RPG táctico donde subimos de nivel a nuestras unidades y las vamos equipando cada vez con mejores armas, desplegando éstas a nuestro gusto en cada mapa que se nos presenta y gastando puntos de mando por cada acción que queremos realizar con ellas para poder cumplir los objetivos designados. La novedad en este concepto tan manido radica en que cada vez que gastemos una acción en alguno de nuestros personajes estos no se moverán de forma automática, si no que seremos nosotros con una vista en tercera persona los que nos encargaremos de moverlos, decidir la mejor ruta hacia nuestro objetivo, parapetarnos y esquivar los ataques enemigos, apuntar a los puntos débiles de estos y disparar como si de un juego de acción se tratase, eso sí, dependiendo del tipo de unidad que llevemos podremos caminar más o menos ya que a medida que nos desplacemos, una barra de movimiento se irá agotando y una vez gastada nos quedaremos sin poder seguir moviéndonos (que no disparando) por lo que tendremos que tener un buen cálculo de las distancias que tenemos que recorrer para no quedar al descubierto. En lo referente al tipo de unidades, aunque no contaremos con mucha variedad -cinco tipos de soldados y dos tanques de diferentes prestaciones- estos están tan bien nivelados y pensados que no echaremos de menos ni necesitaremos mucho más.



En definitiva, estamos delante de un juego que aunque a priori no nos pueda llamar mucho la atención debido a su género o lo poco publicitado que ha sido, se trata de una pequeña obra maestra de la que es difícil destacar en un texto todas las sensaciones que nos puede llegar a transmitir y lo divertido que puede llegar a ser el concepto de un RPG táctico en el que nosotros seamos los que controlamos a nuestras tropas. Por no hablar de que nada tiene que ver el mirar videos de baja calidad o fotografías con el poder gozar del precioso estilo gráfico y artístico del que hace gala en nuestra propia pantalla.



LO MEJOR:
-El apartado artístico es precioso e impresionante, la demostración de que no hacen falta mil efectos de brilli-brilli para cautivar al jugador. Todos los apartados del juego y su presentación entran por la vista y enamoran.
-Todos y cada uno de los personajes, el mimo que han puesto en otorgar a cada uno de una personalidad bien diferenciada es increíble.
-Todas las clases están perfectamente niveladas y la dificultad del juego ajustada al milímetro, nunca nos frustraremos porque hayamos perdido una batalla de forma injusta, si no que veremos la luz de por qué hemos fallado y seremos capaces de elaborar una estrategia mejor que nos lleve a la victoria en el segundo intento.
-Las misiones son totalmente variadas y no se hacen repetitivas, van de lo más sencillo a lo más épico.
-Los bosses son carismáticos y los enfrentamientos con ellos serán memorables, de los que nos hacen suspirar aliviados una vez que vemos en pantalla “Mission Complete”.
-La duración del título, no solo es largo -aunque se nos hará corto- si no que además cuenta con capítulos extra y una segunda vuelta del juego que nos desbloquea una dificultad más acusada y nos permite seguir mejorando a nuestros personajes y descubrir cosas nuevas. Además hay disponible DLC que añade más misiones.
-La banda sonora es magistral y de gran calidad.
-El doblaje japonés, las voces se adaptan a cada personaje como anillo al dedo.
-Es un juego como los que antaño hacía Sega, con carisma, magia y espíritu, no un Sonic descafeinado o un patético Iron-man. Solo por eso, si eres seguero de toda la vida, tendrías que comprarte, no una, si no dos unidades del juego.



LO PEOR:
-Realizar las batallas para sacar rango A se basa en dopar a nuestros scouts con órdenes y habilidades para que lleguen al objetivo esquivando tanques, balas y enemigos como si fuesen un ninja, lo cual le resta realismo al juego. Lo suyo sería sacarse rango A eliminando a todos los enemigos, tomando a todas las bases, realizando algún objetivo secundario, no perdiendo a ningún personaje por el camino...
-Si colocamos a un personaje en un paso estrecho y queremos después pasar por ahí con otro personaje no podremos ya que el primero hará de muro infranqueable y no se apartará, ni lo podremos traspasar ni nada. Una vez que sabemos que esto ocurre podremos evitarlo para que no nos pase pero sería de agradecer no tener que pensar en ello a la hora de colocar los soldados.


Nota: 9,8

P.S: En serio, cómpralo.


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